El gafapasta se ha convertido en una realidad social, y ya hace tiempo. Atrás quedan los bakalas con su "pelocenicero", los heavies con tachuelas o los grunge con su ganas de suicidarse emulando a su idolo, Kurt Kobain. Ahora lo que se "lleva" es el pedantismo independiente.
Si, he dicho bien, pedantismo independiente. Es una de las cualidades del espécimen post-moderno llamado gafapasta. Le gusta todo lo independiente... la música independiente, el arte independiente, el cine independiente y el sexo independiente. Lejos quedan las catedrales del techno como Pont Aeri, Area o Megatrón. Ahora se lleva ir al Razzmatazz y escuchar a ese monstruo de la canción llamado Björk.
Aclamada por miles de fans neurótico-depresivos que la han convertido en musa gafapastil, se alzó como monstruo (si, recalco lo de monstruo... no es otra cosa) de la canción (¿?) allá por los 90 con sus gritos (hay quién dice que hay letra... que venga y me lo diga), como un gorrino en la matanza; con una ligera diferencia, según los entendidos, el pobre cerdo no sufre... nuestros oídos si. Por no hablar de Morrisey, que ya no se esfuerza ni en afinar.
Miles de gafapastas rezando a su dios Beck y a su
virgen Björk
De aquí podemos una de las grandes cualidades de las que se hace gala todo buen gafapasta: la ignoráncia musical. Fuera de grupos como Pixies, Smiths, los Planetas o, apurando mucho, PJ Harvey, no conocen mucho más... Schubert es compenente de un grupo metalero o MC Hammer era un político respaldado por el Ku Kux Klan. Vamos, que si no sale en la Rockdeluxe o lo expone Kay Rush y su ya extinto programa pseudoanormal Nosolomusica, no existe.
Además de la "música alternativa" y de ir a ver al grupo menos conocido del FiB (o Primavera Sound Festival o cualquier otro festival gafapastil, que ahora salen de debajo de las piedras), también son grandes aficionados al arte. Pero no cualquier arte, por supuesto que no irán a ver una obra de Miguel Ángel, Caravaggio o Goya. Al gafapasta le gusta el arte contemporáneo post-moderno y conceptual. En vez de ir al cine, que si se va es a ver una película iraní (o de Bollywood, que esta de moda) en versión original subtitulada (ya no se lleva eso de ver cine croata), se pasan sus tardes y noches en museos como el CCCB de Barcelona o La Casa Encendida discutiendo sobre el concepto de la repercusión de la religión cristiana sobre la judía afectandoles en su persona a través de tres rayas negras sobre un fondo morado; o viendo perfomances dadaístas sobre el inodoro y su carga kubrickiana que afecta a su vez al orden político mundial.
Gafapasta 1: Pues yo creo que la división que hay entre el
amarillo y el rojo simboliza la linea entre el bien y el mal en
un precioso dia de verano a las cinco menos cuarto de la tarde
Gafapasta 2: No hombre, el cuadro simboliza la división existencial
del hombre y su espíritu, y este a su vez dividido entre las distintas
religiones con la duda existencial de no saber a cual pertenecer,
enmarcado en un bonito amanecer... Atontao!
Una vez cubierto sus gustos, vamos a por su indumentaria. No sirve cualquiera. Lo esencial es rescatar las gafas de pasta de los 50 que utilizaba Buddy Holly. Vamos, como las de los empollones de "La vengaza de los empollones" pero sin el celo... aunque todo se andará. Hay que vestir con colores bien vivos y que no desentonen, vamos, que si te pones un jersey amarillo, lo clavas poniendote unos verdes. Esencial es también, la cazadora de pana con parches ...¡ ATENCIÓN ! sin ellos no vale... y llena de chapitas, de esas que habia antaño. Y, para rematar la vestimenta, hay que calzar unas Converse, que han vuelto... y en forma de chapa, como diria Milhouse. Porque lo retro mola, es cool y fashion, y te hace ser un gafapasta, y eso de por si, es un orgullo.
Un gafapasta y Jack Sparrow de camino a una performance
dadaísta en el FiB, protagonizado por Los Planetas...
¡PODER GAFAPASTIL!
Y me despido de vosotros hasta el siguiente artículo. Mencionar también que no intenta ser un plagio al artículo de Pornosawa de la web de Viruete, sino un homenaje al mismo. Un abrazo!
